
¿El estrés puede hacer tu cabello más graso?

El estrés y el cabello graso están más relacionados de lo que crees, especialistas de la Academia Americana de Dermatología (AAD) han afirmado por años que si bien el cuero cabelludo aceitoso tiene múltiples causas, los estados prolongados de nerviosismo y ansiedad con frecuencia son el verdadero problema.

¿En qué interfiere el estrés con el cabello graso?
El estrés es capaz de interferir u obstaculizar los procesos hormonales, lo cual acaba repercutiendo en tu piel, y eso incluye desde luego la dermis de tu cabeza. Así como algunas personas desarrollan barros o acné cuando están sometidas a situaciones de incertidumbre, otras desarrollarán un peinado de apariencia aceitosa y con numerosos residuos de sebo.

Cuando la presencia de grasa en el cabello empeora es más difícil retirarla con un shampoo convencional, por lo que se convierte en terreno fértil para caspa seborreica, un tipo de caspa severo que se caracteriza por grandes escamas amarillentas, irritación e insoportable sensación de picazón.

¿Qué puedo hacer para lidiar con el estrés y el cabello graso?
Los dermatólogos aseguran que lo más importante es que aprendas a relajarte. Considera incorporar meditación, terapia o ejercicio a tu rutina diaria para liberar las suficientes endorfinas de forma natural y fomentar un estado tranquilo en todo tu organismo. Tu piel también se verá más radiante luego de ello.

Por otra parte, el tratamiento para cabello graso no debe ser subestimado, y para evitar problemas más graves a largo plazo se recomienda el uso de un shampoo anticaspa que a su vez controle la producción excesiva de sebo.
La línea Head & Shoulders cuenta con una amplia variedad de productos que se especializan en caspa y cabello graso. Si consideras que el sebo y la caspa ya representan un problema serio, prueba Head & Shoulders Clinical Solutions: limpieza profunda e hidratación garantizada desde la primera lavada.

Recuerda complementar tu tratamiento con una alimentación equilibrada, espacios en tu agenda para actividades recreativas y mínimo ocho horas de sueño.