
Elige el mejor cepillo para tu tipo de cabello

El cepillo es una herramienta muy importante para el cuidado del cabello. Utilizar el incorrecto puede causar frizz, quiebre y puntas abiertas. Para evitarlo, elige el mejor cepillo para tu tipo de cabello. Te decimos lo que debes considerar.
Elige el mejor cepillo para tu tipo de cabello
Cómo sabrás, existen diversos tipos de cabello, algunos son muy finos, otros son voluminosos y rizados. Para saber como elegir un cepillo primero debes identificar las características de tu pelo y lo que necesita.

Cabello fino
Este tipo de cabellera requiere un cepillo que le dé volumen y cuerpo. La mejor opción es un cepillo redondo. Aunque éste se adapta a todos los tipos de pelo, es ideal para el cabello fino, ya que le da forma y lo hace ver más abundante.

Cabello encrespado
Si tu cabello se caracteriza por enredarse y llenarse de frizz, la mejor opción es adquirir un cepillo de araña. Este tipo de cepillo es idóneo para deshacer hasta los nudos más complicados.

Cabello rizado
El mejor cepillo para cabello chino es aquel que tiene dientes anchos. La razón es que este tipo de cepillos o peines no deforman los rizos, sino que les dan textura.

Para hacerlo crecer
Si lo que estás buscando es que tu cabello crezca más rápido, elige un cepillo masajeador. Este cepillo fomenta la circulación sanguínea, lo que hará que tu pelo esté más largo en poco tiempo.

Para el cabello pesado
Si tu cabello es pesado y abundante, necesitas un cepillo de paleta o cepillo cuadrado. Su forma cuadrada te permite desenredar tu pelo de manera más rápida y eficiente.

Otros tips
Cuando planches tu cabello, emplea un cepillo para alaciar. Éste simula la forma de la plancha y ayuda a alisarlo más fácilmente.

Siempre cepilla de abajo hacia arriba, así no sufrirás con los tirones y lo más importante: no quebrarás tu cabello. No uses el cepillo más de dos veces al día, pues esto debilita las hebras capilares y genera una caída anormal.
Recuerda que los cepillos también necesitan limpieza. Para quitarles la suciedad y las células muertas, ponlos a remojar durante una hora con agua caliente y jabón para trastes o shampoo. Luego seca con una toalla limpia, hasta que no quede exceso se agua.