
Qué sí y qué no hacer cuando tienes caspa

La caspa es un problema común que experimenta la gran mayoría de las personas a lo largo de su vida. Aún así, esos puntitos blancos sobre la ropa y la cabeza pueden hacerte sentir tan insegura, que temas lucir tu cabellera. ¡Pero no te preocupes! Aquí en Love is in my hair te explicamos qué hacer y qué evitar cuando tienes caspa.
Qué sí hacer
#1 Lavarte el cabello con regularidad

La Academia Americana de Dermatología explica que la caspa no es una consecuencia de una mala higiene personal. Existen diferentes causas que provocan la descamación de la piel del cuero cabelludo, pero en general, lavarlo es de gran ayuda para deshacerse de las células muertas y evitar la acumulación excesiva de grasa. La frecuencia dependerá de tu tipo de pelo (entre más seco, menos seguido).
#2 Revisar las etiquetas de tus productos capilares

Existe la posibilidad de que la caspa sea un efecto negativo provocado por algún producto que utilizas en tu rutina de cuidado. Cuando la piel es sensible a un ingrediente, la caspa puede aparecer junto con el enrojecimiento y la comezón. Por eso la Clínica Mayo nos invita a estar alerta ante tales reacciones.
#3 Controlar el estrés

Además del exceso de grasa en el cuero cabelludo, la caspa también puede empeorar por el estrés. La Clínica Mayo recomienda aprender a manejarlo y reducirlo, para evitar que la condición continúe.
Qué no hacer
#1 No regular la calefacción

El clima también es un factor que propicia la aparición de la caspa. Los especialistas señalan que es durante las temporadas de frío cuando ésta llega de forma natural. Pero el calor generado por los sistemas de calefacción lo empeora, porque contribuye a la resequedad de la piel.
#2 Ignorar el problema

Hay varias razones detrás de la caspa: desde un cuero cabelludo seco, hasta una infección. Por eso, si la condición permanece, no mejora o incluso parece empeorar, no dudes en acudir a un dermatólgo. Así lo sugiere la Academia Americana de Dermatología.
#3 Pasar demasiado tiempo bajo el sol

Por último, la Clínica Mayo afirma que los rayos del sol pueden ser benéficos para tratar la caspa. Pero es vital no asolearse demasiado, porque la luz ultravioleta daña la piel e incluso aumenta el riesgo de padecer cáncer. La clave está en hacerlo en intervalos cortos y usando bloqueador solar.