
Los efectos del estrés en tu cuero cabelludo

El estrés suele parecer inofensivo. No obstante, es una de las principales causas de la caída del cabello, y el debilitamiento y opacidad del cuero cabelludo. Lamentablemente, es bastante común en las personas adultas. Estos son algunos de los efectos que tiene en tu salud capilar:
Caída del cabello
Una de las consecuencias más comunes ante el estrés, es la caída del cabello. El estrés puede alterar la absorción de ciertos oligoelementos y aminoácidos esenciales para su crecimiento. Además, limita el flujo sanguíneo al cuero cabelludo.

Erupciones en el cuero cabelludo
El estrés podría propiciar la aparición de erupciones en el cuero cabelludo, principalmente cuando se tienen padecimientos como el eccema. Esto es porque con el estrés, el flujo sanguíneo se dirige a los órganos vitales, y se ausenta de la dermis. También se libera histamina, sustancia química implicada en las reacciones alérgicas.

Aparición de canas
Otra consecuencia del estrés es la aceleración de la aparición de canas, ya que éste tiene efectos directos en la melanina, que da color al cabello, los ojos y la piel.

Piel seca
Con la aparición del estrés, también se genera sequedad en la piel, lo que incluye el cuero cabelludo. Esto puede ocasionar exceso de producción de sebo, lo que desarrollará caspa u otros inconvenientes. A la vez, se hará presente la comezón y la descamación de la piel de esta zona.

Pérdida de brillo
Con el estrés, el brillo se irá de tu cabellera, pues el flujo sanguíneo no funcionará como debería. Por lo contrario, lucirá opaco y sin vida.

Presencia de hongos e infecciones
El estrés también provoca que el sistema inmunológico se vea afectado. Tu cuero cabelludo será más vulnerable para adquirir infecciones u hongos, ya que tu cuerpo no tiene la capacidad de defenderse ante las amenazas.

Para contrarrestar estos efectos se recomienda realizar ejercicios de relajación, dormir 7 u 8 horas diariamente, llevar una dieta balanceada y realizar masajes capilares para aumentar el flujo sanguíneo.